Confusiones de la vida...

Confusa. Nunca en mi vida lo había estado tanto. Nunca había sentido la necesidad de gritar a pulmón suelto, sin miedo a perder la voz, sin miedo a que me miren. Sólo necesito desahogarme, desprenderme de mis emociones. Necesito correr con la música a tope y dejarme llevar por el ritmo. ¿Lo malo? Que al tener el iPod en modo aleatorio puede que se reproduzca una canción no deseada y acabes deprimiendote aún más.

Pero por mucho que me desahogue, por mucho que me mimen, mi decisión fue tomada y ya no hay marcha atrás. A lo hecho pecho. Pero siempre estará ahí la duda. Así es, soy humana y encima positiva. Ya no lo digo por mí, sino que creo que lo digo por las cuatro. Somos positivas y con esperanza por naturaleza propia. Por mucho que se nos plante un NO en la cara, siempre pensaremos en que hay una remota posibilidad de que ese NO coja forma de SÍ. Ya no en el ámbito sentimental, sino también en los retos que la vida nos propone. Somos luchadoras natas.

Estoy orgullosa de formar parte de las Perfectas Cabronas. Ellas son geniales, me han ayudado, apoyado, mimado y, sobre todo, me han hecho reír que, para mí, es lo más importante que hay en esta vida. Nada ni nadie será capaz de romper nuestro lazo, porque, por si no os habíais dado cuenta, somos las PERFECTAS CABRONAS!! Al igual que luchan por mí, yo lucho por ellas. Os quiero chicas, y no os cambiaría por nada en el mundo :)